ImagÃnate que un viernes por la tarde, antes de salir del trabajo para comenzar tu fin de semana, se te pide que resuelvas dos problemas que requieren pensamiento creativo. Y tú:
Si usted es como los cientos de personas a las que planteamos esta pregunta, elegirÃa cambiar entre los dos problemas a su propia discreción. Después de todo, este enfoque ofrece la máxima autonomÃa y flexibilidad, lo que le permite cambiar las pistas de un problema al otro cuando se siente atascado.
Pero si el objetivo es encontrar respuestas creativas, es posible que este enfoque no sea óptimo. En cambio, cambiar entre los problemas en un intervalo regular y predeterminado probablemente producirá los mejores resultados, según la investigación que publicamos en el número de marzo de Comportamiento Organizacional y Procesos de Decisión Humana.
¿Por qué es el caso de que cambiar a su propia voluntad, el enfoque que la mayorÃa de los participantes en nuestro estudio tomaron, puede no generar los resultados más creativos? Porque cuando intentamos problemas que requieren creatividad, a menudo llegamos a un callejón sin salida sin darnos cuenta.
Nos encontramos dando vueltas alrededor de las mismas ideas ineficaces y no reconocemos cuándo es el momento de seguir adelante. Por el contrario, cambiar entre dos tareas de forma regular a un intervalo determinado puede restablecer su pensamiento, lo que le permite abordar cada tarea desde ángulos nuevos.
En un experimento, asignamos aleatoriamente participantes a uno de los tres enfoques. A los que se les instruyó que cambiaran continuamente de un lado a otro entre dos problemas a intervalos fijos eran significativamente más propensos a encontrar la respuesta correcta a ambos problemas que los participantes que cambiaron a su propia discreción o a la mitad del tiempo asignado.
Un segundo estudio se centró en la ideación creativa. En este experimento, los problemas que planteamos no tenÃan respuestas correctas. QuerÃamos averiguar si los beneficios de alejarse de un problema a intervalos regulares se transfirieron a otros tipos de problemas que justifican la creatividad, como la lluvia de ideas.
Una vez más asignamos aleatoriamente a los participantes a uno de nuestros tres enfoques de cambio de tareas y les pedimos que generaran ideas creativas para dos tareas diferentes de generación de ideas.
Al igual que en el primer estudio, la mayorÃa de las personas creÃan que tendrÃan el mejor desempeño si cambiaban entre las dos tareas de generación de ideas a su propia discreción. Nuevamente descubrimos que los participantes a los que se les instruyó que cambiaran de un lado a otro entre las dos tareas de generación de ideas a un intervalo fijo generaron las ideas más novedosas.
El problema con los otros dos enfoques parecÃa ser que la gente no reconocÃa cuando el pensamiento rÃgido se deslizaba. Los participantes que no se alejaron de una tarea a intervalos regulares eran más propensos a escribir ideas “nuevas” que eran muy similares a la última que habÃan escrito. Si bien podrÃan haber sentido que estaban en racha, la realidad era que, sin los descansos que se ofrecen por el continuo cambio de tareas, su progreso real era limitado.
Los beneficios creativos de cambiar de tarea han sido apoyados por otras investigaciones. Por ejemplo, Steven Smith y sus colegas encontraron que los individuos instruidos a enumerar elementos de diferentes categorÃas mientras cambiaban continuamente de un lado a otro entre las categorÃas enumeraban más ideas novedosas que las personas que enumeraban artÃculos de una categorÃa antes de cambiar a enumerar artÃculos de la otra.
En un sentido similar, otros estudios han encontrado que breves descansos durante la generación de ideas pueden aumentar la variedad de ideas generadas. Los hallazgos de estos investigadores, junto con los nuestros, sugieren que el ajetreo y el bullicio de su vida laboral diaria puede facilitar su creatividad si le lleva a alejarse de una tarea y refrescar su pensamiento.
Cuando estés trabajando en tareas que te beneficiarÃan del pensamiento creativo, inserta conscientemente pausas para actualizar tu enfoque. Úsalos a intervalos regulares: utiliza un temporizador si es asÃ.
Cuando te apagues, cambia de tarea: organiza tus recibos de reembolso, revisa tu correo electrónico o limpia tu escritorio y, a continuación, vuelve a la tarea original. Si dudas en romper porque sientes que estás en racha, ten en cuenta que podrÃa ser una impresión falsa.
Tendemos a generar ideas redundantes cuando no tomamos descansos regulares; pregúntate si tus últimas ideas son cualitativamente diferentes. Finalmente, no te saltes tus pausas para almorzar, y no te sientas culpable por tomar descansos, especialmente cuando te sientes atascado. Hacerlo puede ser el mejor uso de tu tiempo.
Traducido de la fuente, autores: Jackson G. Lu, Modupe Akinola, y Malia Mason